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Cerca de cuatro
millones de personas padecen diabetes en Colombia.
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La tripanofobia es el
miedo causado por las inyecciones.
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La belonefobia es el
miedo puntual a las agujas.
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Para una persona
diabética la situación es bastante compleja dado que en la cotidianidad para su
tratamiento, las agujas y las inyecciones se deben usar.
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La fobia para algunos diabéticos
incluso puede poner en riesgo su salud y sus vidas.
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Se considera que un 10%
de la población mundial sufre de fobia a las inyecciones.
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De acuerdo con la
Asociación Colombiana de Diabetes, Asodiabetes, la fobia a las inyecciones se puede controlar,
con un seguimiento psicológico y técnicas de relajación.
La tripanofobia, es un tipo de trastorno de ansiedad que generalmente
comienza en la infancia. Los niños suelen tener malas experiencias con las
inyecciones y traumas que en algunas ocasiones pueden ser generados por el
miedo de los adultos.
Si la fobia no es tratada en la niñez esta puede perdurar
hasta la adultez, causando consecuencias graves, pues en algunas ocasiones los
pacientes dejan de asistir a sus consultas médicas para evitar ser vacunados y
otros tratamientos como el caso de la diabetes.
Así, una persona con diabetes tipo 1, debe aplicarse una
insulina de acción prolongada cada 24 horas, antes de cada comida y cada vez
que se requiera corregir su glucemia. Es decir, en general cuatro veces al día.
Por otro lado las personas con diabetes tipo 2, necesitan inyectarse una vez
con la insulina de acción prolongada o dependiendo del esquema de aplicación
que el médico le formule. Además, todas las correcciones necesarias implican
siempre un chuzón.
De acuerdo con Liliana Carvajal, psicóloga de la
Asociación Colombiana de Diabetes, el tratamiento utilizado para superar la
tripanofobia es parecido al que se emplea en la mayoría de estos casos, es
decir, las terapias de exposición, los ejercicios de relajación y respiración.
Los cuales tienen como objetivo modificar progresivamente los pensamientos,
comportamientos y emociones que suelen ser los causantes del miedo irracional.
Síntomas de la tripanofobia
1. Cognitivos:
• Pensamientos negativos.
• Ansiedad.
• Miedo extremo.
• Falta de concentración.
2. Físicos:
• Palpitaciones
• Sudoración
• Temblores
• Ahogo
3. Conductuales:
• Evitar situaciones relacionadas
con las inyecciones.
• Evitar lugares como hospitales.
• Un fuerte deseo de huir.
Los tratamientos son importantes en este proceso, puesto
que sin ellos le será más difícil a la persona afectada tener una pronta
recuperación. Sanar los traumas de la niñez y llevar un proceso guiado por un
especialista son una solución efectiva para dejar a un lado la fobia. Existen
casos más extremos en los que al paciente no le funcionan las terapias
psicológicas, en este punto se puede recurrir a ansiolíticos y relajantes que
le permitan reducir el estrés y la ansiedad que le producen las agujas.
En el caso de la diabetes, es vital hacerle entender al
niño o al adulto la necesidad de tener que inyectarse la insulina, puesto que es
el medicamento esencial para vivir; explicarles que las agujas utilizadas son
tan cortas y delgadas que NO producen ningún dolor, ya que entran solo en la
primera capa de la piel. Esto ayudará para que el paciente se concientice poco
a poco hasta llegar a la aceptación. La realidad de la aplicación de las
inyecciones de insulina, lamentablemente, es un temor infundado que debe
superarse y afortunadamente, se logra.
Consejos para mantener la calma
1. Ser consciente de los beneficios de
la inyección.
2. Mantener una respiración lenta.
3. Relajar el cuerpo.
4. Distraer la mente con pensamientos
tranquilizantes.
5. Hablar con el médico.
La salud es lo primero, por esta razón es necesario
comprometerse con las terapias, aceptando la fobia y mejorando la situación. No
se deben pasar por alto este tipo de temores, pues si se descuida una
enfermedad como la diabetes por culpa del miedo irracional a las inyecciones,
puede llegar a tener consecuencias graves en el futuro.
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