Y es que mi primer acercamiento a
la comedia francesa fue al “azar”, pues al comenzar a devorar las películas
clásicas me topé con la colección ‘10 grandes comedias del cine’ que afortunadamente
contaba con una francesa entre ese mar de americanas, la joya de la
corona era ‘Las vacaciones del señor Hulot’. Pronto empecé a interesarme por
este personaje que caminaba con su postura un poco desvencijada, respondiendo a
su paso con un saludo leve de gesto de su mano y con una rápida inclinación de
la cabeza para así poder levantar su sombrero y saludar de un lado a otro.
Desde ese instante mi gusto por
el cine francés no hizo más que aumentar y por supuesto me decidí no solo a
explorar la comedia sino a comenzar a viajar por ese mágico mundo de los
hermanos Lumiére, inventores de aquella maquina capaz de hacernos disfrutar del
arte del cine.
Ahora es cuando empiezo
a apreciar estas historias francesas. Actualmente no disfrutamos de una buena
comedia pues el cine americano nos
invade con su mal gusto de referencias escatológicas que casi nunca faltan o
esa comedia colombiana donde el chiste fácil acompañado de una mueca o gesto de
payaso es lo que nos han brindado. Elogiar la complejidad y riqueza
de la comedia francesa junto con su mensaje, que muchas veces es más que una
historia de amor envolviendo una sátira social, es una deuda que deseo pagar con
este breve escrito.
Una deuda que la historia del
cine también tiene y que solo tardíamente empieza a reconocerla, y no solo del
cine cómico, sino de todo el cine entero y verdadero que se crea alrededor de
un país real e irreal a la vez, que impregna todo rodaje francés de esa particular
frescura. Las historias de la comedia francesa en su mayoría son deliberadas y
concretamente realistas, solo para nombrar un caso la famosa ‘Amigos intocables’ que parte
de una historia de la vida real que en manos de los directores Eric Toledano y
Olivier Nakache se vuelve toda una experiencia de realismo mágico.
Pareciera que el cine francés le
tuviera fobia a aburrir al espectador, y prueba de ello es la comedia ‘Víctor y
Celia’ cuyo énfasis narrativo es la relación de personajes comunes, en un
lenguaje casi coloquial con el espectador que llega, directo al corazón y al
sentimiento. Justo, el tipo de cine que una gran mayoría del público prefiere.
Por todo ello SÉPTIMO ARTE: Cine y Teatro gracias a Cineplex los llevarán a la
función promocional de esta encantadora comedia que se llevará a cabo en la
ciudad de Cali este sábado 5 de octubre de 2019 en el Multicine Centenario -
Sala 5 a las 10:45 a.m. solo deben armar un meme con el afiche de la película.
POR: Andrés Felipe Durán García
TWITTER: andresfdurang@gmail.com
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