Si usted tiene una mirada cansada todo el tiempo y sus
ojos hacen que aparente más edad, puede estar sufriendo de dermatochalasis. Un
diagnóstico que reciben las personas cuando tienen un exceso de piel en los
párpados. Y aunque a simple vista parece ser un problema solamente estético,
está condición puede llegar afectar la
visión, siendo necesario realizar una intervención quirúrgica llamada
blefaroplastia.
Según el último estudio de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica
Estética (ISAPS) durante el 2017, se incrementó el procedimiento de la blefaroplastia con 1.346,886 intervenciones. Aumentando su
demanda en Colombia y llegando al tercer puesto en procedimientos quirúrgicos,
no solo por cuestión estética sino también por salud y bienestar.
La dermatochalasis se define como un exceso de piel en
los párpados que aparece como consecuencia del proceso de envejecimiento en el
área que rodea el ojo (periocular). En ocasiones
puede acompañarse de un descenso en la posición de la ceja lo cual aumenta la
cantidad de piel redundante en el párpado superior.
Cuando la dermatochalasis es muy marcada y afecta a los
párpados superiores pueden llegar a producirse alteraciones en la visión periférica, afectando actividades
cotidianas como leer, cocinar, escribir y ver televisión. Si bien esto es un proceso natural que
inevitablemente aparece con la edad existen formas seguras de prevenir y
corregir esta condición. Tratamientos como la aplicación de toxina botulínica son
efectivos para prevenir y corregir estadios iniciales de la dermatochalasis
pues ayudan a reposicionar o prevenir la caída de la cejas lo cual evitará la
aparición de piel redundante en los párpados superiores.
Sin embargo en casos
más avanzados o si se busca una solución más duradera la cirugía será la mejor
opción.
Según el cirujano plástico facial y otorrinolaringólogo,
Paulo Andrés Escobar, una blefaroplastia superior es una cirugía que generalmente
no ofrece grandes complicaciones y no deja ninguna cicatriz aparente. Cuando se
han hecho los exámenes y diagnóstico correcto; se ha consultado una asesoría
adecuada y se ha elegido la cirugía en manos correctas, el procedimiento como
tal es bastante simple y conseguirá devolver una mirada más juvenil sin
problemas funcionales.
Cómo prepararse para la cirugía:
1. Reunirse con un
cirujano plástico facial de confianza.
2. Tener en cuenta la
historia clínica, problemas, alergias y trastornos previos.
3. Realizarse un examen
ocular.
4. Evaluar los efectos
inmediatos y a largo plazo que puede tener la cirugía.
5. Dejar de consumir
ciertos medicamentos y suplementos que pueden aumentar el sangrado.
Cuidados después de la cirugía:
1. Seguir las recomendaciones del especialista.
2. Aplicarse gotas para hidratar los ojos.
3. Tomar los medicamentos recetados para tener un postoperatorio seguro.
4. Mantener la cabeza elevada por unos días.
5. Colocar
compresas frías para prevenir la inflamación en los primeros 5 días
6. Usar gafas de sol durante las primeras semanas.
En resumen “si usted piensa que su mirada ha ido
cambiando en los últimos años y se ve con un aspecto más cansado quizás debería
consultar con un especialista que le asesore en cuanto al tratamiento más
indicado en su caso. En caso de necesitar una cirugía este será un
procedimiento con una recuperación corta, que no dejará cicatrices aparentes y
cuyos resultados serán duraderos en el tiempo” concluye el especialista.
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