Nunca he entendido el miedo a la muerte ya que mi madre al intentar ahogarme cuando era tan solo un niño de 9 años, me hizo sentir una paz que no he sentido nuevamente.
También mi hermano me torturaba con el beneplácito de mi madre, entre otros castigos me desnudaba en el patio de la casa arrodillado sobre maíz con un ladrillo en cada mano y si se me caí un ladrillo me azotaba con un cable.
Tampoco he entendido porque mi hermano llamado Jorge Eliécer Durán García que vive en el Espinal Tolima sigue de profesor a pesar de las constantes denuncias y procesos por violación y actos indebidos contra menor de edad, ¿qué pasa con el Alcalde, el rector del colegio donde trabaja, el ICBF o las autoridades competentes?
He perdido la fe por el país, la sociedad y la humanidad, mi experiencia trabajando en San Andresito de la 38 en Bogotá Colombia reafirmo esta convicción. Se venden armas traumáticas a pesar del decreto 1417 de 2021, se venden armas incluso a menores de edad ya sea gas pimienta o taser. Pero esto no es el problema principal.
Cuando el actual presidente de Colombia Gustavo Petro era candidato prometió un CAMBIO, algo que no se ha dado o que al menos no he evidenciado en Bogotá. Siguen las maquinarias de la corrupción andando a sus anchas, los San Andresitos parecen repúblicas independientes donde la corrupción es rampante a pesar de que la policía se pasea, hacen compras o comen empanada y si por valentía les comentas algo indebido de los alrededores, te dicen que eres un “chismoso”.
El cambio nunca llego, pero la culpa no es solo del presidente, tenemos en Bogotá un alcalde que se hace de la vista gorda, como en el caso de mi hermano - el profesor violador -. También tenemos a unas autoridades que se parecen a los tres monos sabios: “no ven el mal, no escuchan el mal y aún menos, no dicen el mal”.
Al final mi compañera será la soledad Y LA OSCURIDAD, y es mil veces más preferible que esta maldita sociedad corrupta, degenerada y sin posibilidades de cambio.
Próximo escrito... tal vez: COMO PASE DE LA DERECHA A LA IZQUIERDA.
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