La creciente atención por la industria musical coreana, es contraria a la “minoría” que disfruta y promueve un cine coreano. En Colombia se habla actualmente más de los locutores del programa ‘El Mañanero’ de ‘La Mega’ por sus comentarios xenófobos, que de la llegada a los cines del país de esta joya del séptimo arte. Pero para eso estoy, para destacar lo bueno que llega a nuestras carteleras y sin duda repetir hasta el cansancio: “no dejen de verla, pues es una cita obligatoria con su sala de cine favorita”.
La pareja principal de ‘Minari’ son símbolos de la determinación que al verlos en la gran pantalla, nos generan un sentimiento real que pocas películas logran. Ya lo había dicho Yasujiro Ozu: “Sentir lo que es la vida” a través del cine, pero sin tanto artificio. Frase que el director de ‘Minari’ bien sabe, al llevarnos a este ambiente especial, utilizando los desplazamientos y movimientos de los actores, la posición de la cámara, los ejes visuales, la disposición de los muebles y de los objetos.
‘Minari’ transmite emociones con los gestos de sus actores, con sus olores tan familiares, con los atardeceres que atestiguan los Yi y con esos planos aéreos catárticos que nos muestran una incandescente aventura en el horizonte. Igualmente me emocionó la idea de una narración inspirada en eventos reales (está basada en la infancia de su director Lee Isaac Chung), que con cierta facilidad vincula al espectador al tema universal de la necesidad de adaptarse a los cambios para que perdure una relación (familiar).
Los personajes de ‘Minari’ son sencillamente fabulosos, en especial cada aparición de la abuela con su nieto. El espacio en que se desarrolla la historia, me recuerda a la importancia del hogar en la puesta en escena de ‘Parásito’, otro aclamado film coreano. El mensaje en ‘Minari’ es espontáneo, su director no pretende la cursilería o el melodrama de segunda, dejándonos explorar el sentimiento de solidaridad de los seres humanos al convertirse en urgencia la necesidad de ayudar al prójimo, sin distingos de raza, credo, color o idioma.
A pesar del entorno verde del lugar pronto se convertirá en un nuevo motivo de dolor. Continuar la vida después de la tragedia y de la desolación, nos recuerdan a las semillas de Minari que a pesar de lo oscuro de la situación siempre abra un sol que nos permita crecer. Otra gran película que ya pueden disfrutar de su estreno en los mejores cines de Colombia.
Twitter: @andresfdurang
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